"UN MUNDO RARO"
Es preciso decir otra mentira por Magela Garcés
Dice Raúl que las imágenes ya no portan credibilidad ni información alguna sobre la realidad, que después de la inteligencia artificial, son solo imágenes. Una rosa es una rosa. Y lo mismo podemos tener una vista de los Alpes desde el trópico, que hablar sobre libertad viendo un skyline apócrifo.
Ha cambiado el modo en que creamos y almacenamos los recuerdos. Ya no es más un viejo álbum de fotos guardado con cariño por la familia en un espacio íntimo; ahora son puros datos de dominio público, ceros y unos que ven tus “amigos” y “seguidores” un día y al siguiente no son nada más que información nueva para el algoritmo. OUTSOURCING NOSTALGIA -hermoso sintagma- se denomina el fenómeno y uno de los cuadros de esta exhibición. Y bueno, si hay personas que contratan a otras para que les abracen, ¿qué tiene de raro contratar un servicio para delegar las memorias?
Hoy, que la vida sucede a velocidades supersónicas y la sensación de urgencia nos atormenta todo el tiempo y los acontecimientos se empujan entre sí y se superponen y se entremezclan hasta la confusión. Así ocurre en INCIDENTE DOMÉSTICO I (Message Spying) y II (Connection Lost), que no sabemos bien qué sucede, solo podemos ver el interior de un elegante living, la noche y el fuego ¿Fuego del hogar u hoguera del desencuentro? Esa conexión perdida, ¿es la conexión humana o es la conexión a internet? Sabemos que las malas noticias son las más virales. Los desastres y la violencia generan un morbo alucinante (muy funcional al control masivo). A eso súmesele la creciente popularidad de las redes sociales como fuentes de información, y ¿qué nos queda? El espectáculo barroco y borroso del día a día. En este nuevo cuerpo de obra exhibido hay dos peculiaridades: por un lado, se procura hacer ver el gesto pictórico, que se vea cierto chorreado, algunas líneas a lápiz no borradas, que se evidencie el accidente (¿lo humano?). Por otro lado, la recurrencia de imágenes creadas con IA. Donde antes la procedencia era una fuente “real”, hoy en día el artificio es doble: se crea la imagen con Inteligencia Artificial y luego se procede a pintarla.
Y en todo ese comentar el mundo de hoy, abren un debate ancestral estas obras: la eterna tirantez entre la verdad y la mentira, entre ficción y realidad. Sin tomar partido como crítica o apología, ellas cuestionan, incluso, la validez que tiene la pregunta, el sentido que tiene debatir si esto o aquello es verdadero o falso. Y más allá, el sentido de la representación artística per se, la interrogante de cuán útil es hoy seguir pintando. En cualquier caso, la máxima subyacente a estas piezas es la misma que hace tiempo guía a Raúl: hallar belleza en la cotidianidad y devolverla al mundo en forma de arte.
El mundo raro tiende cada vez más a un mundo feliz. Entre José Alfredo Jiménez y Aldous Huxley, el presente. Esta muestra es un ensayo sobre la vida contemporánea. Un conjunto donde el misterio y las ficciónes se entrelazan en un relato por momentos desolador, pero, más allá de todo, siempre hermoso. Deliberadamente hermoso. Y si quieren saber de mi pasado / Es preciso decir otra mentira / Les diré que llegué de un mundo raro / Que no sé del dolor / que triunfé en el amor / Y que nunca he llorado